No estar a la altura

Hace unos días, vi un reel por Instagram que hablaba del concepto «No estar a la altura» y puffff, me rechinó mucho el concepto en sí.

Te preguntarás el porqué me rechinó, así que te lo voy a contar:

En mi opinión, cuando utilizamos el concepto «no estar a la altura de…» estamos situándonos directamente «por debajo de…», ya sea de una persona o de una situación y, ¡ojo con esto!, esa connotación negativa de la frase es un problema lingüístico importante.

Cuando alguna situación «nos viene grande» o alguien nos expulsa de su vida porque «no estamos a su altura», puede hacernos sentir poquita cosa, insuficientes, tontos, idiotas, introduciendo la creencia de que no valemos tanto como vale eso cuando, en realidad, sería mucho más correcto y positivo decir que «no cumplimos con sus expectativas».

Un ejemplo claro: Una persona que le gusta salir de fiesta y drogarse te expulsa de su vida porque no te tiras a su rollo y no eres lo suficientemente divertida como para formar parte de su vida. ¿Significa eso que para estar a su altura yo tengo que drogarme y salir de fiesta como si no hubiera un mañana? Definitivamente, ¡NO! Simplemente no cumplo con sus expectativas de vida y no estamos alineados con lo que para cada uno es importante.

Es un tema complejo, dar a entender que si alguien no quiere algo contigo es porque es mejor que tú o si quiere algo con otra persona en vez de contigo es porque tú eres peor que esa otra persona, dificulta mucho las cosas, donde el ego, el dolor, las heridas emocionales, la autoestima, el amor propio, la confianza, etc. están en juego y cuestionándose de manera tan directa.

En muchas ocasiones, lo que se consigue con este tipo de comportamientos son ilusiones o fantasías de las que no formamos parte en ese preciso momento de la vida, lo que no quiere decir que no seamos personas geniales e increíbles para compartir nuestra vida con alguien, quiere decir que en ese momento no cumplimos con esa fantasía o expectativa de esa persona en concreto.

Si la persona que estás conociendo parte de una relación en la que tenía que mantener a su pareja porque llevaba x tiempo en paro, cuando le digas que tu empresa está haciendo recortes y que el futuro de tu puesto es incierto a causa de esos recortes, saldrá corriendo como si llevase avispas en el culo. No tiene que ver contigo, tiene que ver con la otra persona y sus expectativas.

Si después de 20 años de matrimonio quiere vivir la vida con otras personas y te deja porque no ha vivido nada, no tiene que ver contigo.

Si quiere estar con alguien más joven que tú porque le da «vidilla», no tiene que ver contigo.

Si se ha pasado la vida con alguien que viaja mucho por trabajo y terminó siéndole infiel, cuando le digas que tu trabajo te permite viajar mucho saldrá por patas como pollo sin cabeza, pero no tiene que ver contigo.

Las personas tenemos muchas fantasías, sueños, expectativas, experiencias y aprendizajes que nos definen y, de ellas dependen muchas veces nuestras decisiones, incluidas las de buscar un compañero/a de vida, emprender un negocio, cambiar de trabajo…

Cuando una persona te rechaza porque persigue una fantasía o una expectativa, no te está midiendo a ti, se está midiendo a sí misma.

Una única vez
Mensual
Anual

Si te ha gustado mi contenido, puedes aportar tu granito de arena con una donación.

Haz una donación mensual

Haz una donación anual

Elige una cantidad

€5,00
€15,00
€100,00
€5,00
€15,00
€100,00
€5,00
€15,00
€100,00

O pon la que tú decidas


Muchas gracias por contribuir al crecimiento personal.

Se agradece tu contribución.

Se agradece tu contribución.

DonarDonar mensualmenteDonar anualmente

Deja un comentario

Me gusta escribir sobre crecimiento personal, espiritualidad, reflexiones del día a día y pensamientos que vienen y van por mi cabeza. También me inspiro de lo que voy leyendo por ahí. Escribo cuando el cuerpo me lo pide, ni más ni menos.

Amarte en Karma