Conforme damos vueltas al sol nos llenamos de más y más experiencias, las cuales muchas son alegres y positivas y otras tantas tristes y dolorosas, las cuales nos instan a construirnos muros emocionales para no sufrir.
Los muros son algo así como hablar de límites y los límites nos ayudan a protegernos en situaciones de peligro. Pero, ¿estos muros son infranqueables?
Si levantamos muros infranqueables nos vamos a perder muchas cosas maravillosas y vamos a dejar de tener muchas relaciones auténticas con otras personas por miedo a que se descubra nuestro ser más genuino.
Lo ideal sería saber identificar patrones, emociones, sentimientos, o situaciones y saberlas gestionar adecuadamente para que cada relación afectiva con nuestras parejas, amigos y familia nos aporte todo lo que nos tenga que aportar y después saber despedirnos sin tanto dolor, agradeciendo por todo lo que nos han aportado sin ningún tipo de emoción dolorosa que perdure y se mantenga en el tiempo generando sufrimiento.
De esta manera desarrollaríamos una gestión emocional tal que nos haría responsables tanto de lo que sentimos nosotros como de lo que hacemos sentir a los demás con nuestros actos desarrollando así, una responsabilidad afectiva totalmente necesaria en estos tiempos de inmediatez y bajo la ley del mínimo esfuerzo.
La vida nos da una de cal y otra de arena, de nosotros depende lidiar con ambos sin apego, con inteligencia y responsabilidad o con apego emocional y sufrimiento.
¿Tú como vives los vínculos?
Si te ha gustado mi contenido puedes aportar tu granito de arena con una donación.
Haz una donación mensual
Haz una donación anual
Elige una cantidad
O introduce una cantidad personalizada
Se agradece tu contribución.
Se agradece tu contribución.
Se agradece tu contribución.
DonarDonar mensualmenteDonar anualmente
Deja un comentario